Cáritas Diocesana os desea una Feliz y Santa Navidad
Seré el Dios de todas las familias de Israel, y ellos serán mi pueblo (Jer 31,1)
En la luz del Belén, en el niño Dios, oculto y débil, en ese proceso de amor y generosidad, se abre el mundo de las criaturas y queda fecundado por la donación del absoluto sin límites. El Creador se hace criatura, el Poderoso se hace débil, el Señor se hace siervo y viene a darse. Los inquietos que buscaban la verdad de la vida al encontrarlo: «lo adoraron». Se percataron que el primero ahora es el último, pero en su pequeñez y siendo el último permanece como el fundamento de todo lo creado, el poder de la vida, el Señor de la historia.
Celebrar la Navidad es reconocer con alegría nuestro encuentro con Jesucristo, como Palabra única del Padre, y entender que este misterio es el que nos une a toda la humanidad y a toda la creación. Somos afortunados, porque hemos recibido algo que nadie nos podrá quitar, como es la alegría del Evangelio. Pero la alegría de este nacimiento, de este encuentro de Dios con la humanidad en la carne del Niño de Belén no es propiedad privada: es el pueblo el que vive y encuentra a Jesús en su nacimiento, el pueblo pequeño y minoritario, pero pueblo.
«Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis» (Mt 25,40)
Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón os desea una FELIZ Y SANTA NAVIDAD