La Animación de la comunidad promueve la participación de las personas de la Diócesis, favoreciendo estructuras que mejoren la calidad de vida desde un trabajo de promoción, prevención e integración.
En Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón estamos convencidas de la necesidad de sensibilizar para transformar personas, comunidades y estructuras. De esta manera, potenciamos en nuestras comunidades cristianas, y en la sociedad, la sensibilización sobre situaciones de pobreza y exclusión.
Informar, sensibilizar y la denuncia profética es el tripe compromiso de nuestra acción.
Información, orientación, y acompañamiento, a través de las personas técnicas del Área de Animación Comunitaria, a los equipos de voluntariado de las Cáritas, es decir, se dinamiza a las Cáritas Parroquiales, Interparroquiales y Arciprestales y a todos/as los voluntarios/as de la diócesis.
Es un Equipo que acompaña a otras estructuras de Cáritas más cercanas a las personas de su entorno, en sus demandas y necesidades a través de talleres prácticos, reuniones, formación, participación comunitaria.
La intervención con las personas o familias se realiza a través del voluntariado de cada zona. Si, por su complejidad, la acción lo requiere, puede ser derivada a los servicios especializados de Cáritas Diocesana.
Esta unión comunitaria es la que podrá dar respuesta a las necesidades que presentan las personas, no solo a las necesidades materiales, si no también a la necesidad de formar parte activa de la realidad en la que viven-comunidad de vecinos, barrio, pueblo, ciudad, comarca y provincia- y transformándola desde el aporte de sus capacidades y potencialidades.
Cáritas apuesta por las personas que crecen en comunidad y que hacen crecer la comunidad.
Animar a que los equipos de acogida de las Caritas en el territorio atiendan las necesidades específicas de la infancia como parte de la intervención con las familias, ofreciendo a los equipos de acogida y a los diferentes servicios de atención a la infancia de Cáritas en el territorio herramientas comunes de acción en relación al acompañamiento con los/as niños/as y jóvenes y la intervención con sus familias.
Intervención social con familias con necesidades especiales que se encuentran en una situación de alto riesgo de exclusión social y vulneración de derechos, fomentando un proceso de acompañamiento familiar integral en clave comunitaria, ofreciendo una formación continua y especializada al voluntariado.
Dirigido a mujeres de la zona rural del Alto Palancia, Mijares, Alto Maestrazgo, Alcalaten y Plana Alta. de empoderamiento y de dinamización social para que las mujeres de los pueblos del interior de la provincia de Castellón sean las protagonistas del medio en donde viven transformándose en Animadoras de la zona: talleres, biblioteca ambulante, encuentros, visitas a enfermos, etc…Se apoyan en la Casa de Jérica.
Hay que encontrar momentos para detenernos y preguntarnos si nuestros pasos se ajustan fielmente al camino que queremos recorrer. Necesitamos “mirarnos al espejo” de nuestro modelo de acción social para “adecuar”, “ajustar” lo que hacemos y cómo lo hacemos.
Las fichas “Caminamos” llevan al plano educativo y didáctico los principios del Modelo de Acción Social. El proceso que impulsa este material complementa el proceso de cambio que venimos trabajando en la acción socioeducativa de base hacia la dignificación del acceso al derecho a la alimentación y vestido.
“CAMINAMOS” es un material didáctico al servicio de la formación en los equipos parroquiales, diocesanos. No es un documento de lectura. Contiene 11 fichas pensadas para trabajarlas en equipo. Son independientes entre sí. Cada una está dedicada a un aspecto muy concreto de nuestras acogidas en donde podemos mejorar. La numeración no implica una secuencia de trabajo, se puede elegir aquel aspecto que se considere más oportuno e indicado.
Su principal finalidad es facilitar la reflexión, el diálogo y el fortalecimiento de nuestros grupos y agentes. Examinando lo que estamos haciendo y , sobre todo, apuntando mejoras, pequeños cambios que nos van a ofrecer nuevas posibilidades y horizontes.
En definitiva, dedicar tiempo a algo que probablemente hagamos con menos frecuencia de la deseada: preguntarnos si estamos trabajando a gusto y en la dirección que deseamos; descubrir desde dónde hacemos lo que estamos haciendo: desde el amor, la dignidad, el sentirnos hermanos y hermanas de la otra persona.
