Nota de prensa25/03/2024

Cáritas Diocesana impulsa una novedosa campaña para concienciar sobre el desperdicio alimentario

Cada hogar español desperdicia 65,5 kilos de alimentos al año

Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón presentará en los próximos días una novedosa campaña para concienciar a la ciudadanía sobre el desperdicio alimentario. En España en cada hogar, cada año, se desperdician 65,5 kilos de alimentos y en todo el mundo 1.050 millones de toneladas, una quinta parte de los alimentos disponibles para los consumidores

Mientras se produce este desperdicio alimentario, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) afirma en su informe “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2023” que entre 691 y 783 millones de personas padecieron hambre en 2022 en todo el mundo.

Este dato señala que ese año 122 millones de personas más padecieron hambre en comparación con 2019, previo al inicio de la pandemia.

El derecho a la alimentación

En esta línea, en el pasado día mundial de la alimentación, María Martínez, del programa por el derecho a una alimentación saludable, sostenible e inclusiva de Cáritas Española, denunciaba que “el problema no radica en la falta de alimentos en el planeta, sino en su accesibilidad y en el cómo se realiza este acceso, para que cada persona pueda elegir una dieta de calidad, equilibrada, nutritiva, suficiente y adecuada a gustos, costumbres y estado de salud. La alimentación es un bien público que desempeña un papel esencial en la vida y el bienestar de todo ser humano. No es una mercancía y no debe tratarse como tal”.

El lanzamiento de la campaña de Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón se producirá pocos meses después de la aprobación por parte del Consejo de Ministros del proyecto de ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario.

Con este proyecto de ley, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, “España se dota, por primera vez, de un marco legal para prevenir el desperdicio alimentario, con un enfoque centrado en la prevención y en la concienciación”.

65,5 kilos o litros de desperdicio por hogar, en España

Según el reciente Informe del PNUMA (Programa de las Naciones para el Medio Ambiente) en 2022 se desperdiciaron en todo el mundo 1.050 millones de toneladas de alimentos, lo que supone un 19% de los alimentos disponibles para los consumidores.

Además, un 13% de los alimentos se pierden en la cadena de suministro, en el período comprendido entre después de la cosecha y la venta al por menor.

Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en el año 2022, en España, cada hogar desperdició una media de 65,5 kilos.

Los productos sin elaborar siguen siendo los más desperdiciados con una tendencia a la baja, aunque, por el contrario, los platos cocinados aumentaron con respecto al año anterior.

En todo el mundo la media de desperdicio por hogar es de 79 kilos.

En los hogares de todos los continentes se desperdician al menos 1.000 millones de platos de comida al día. Esta cifra de desperdicio equivaldría a 1,3 comidas diarias para todas las personas que padecen hambre en el mundo.

Se calcula que el coste del desperdicio de alimentos representa una pérdida para la economía mundial de 1 billón de dólares.

Encuesta de la OCU

Según una encuesta realizada por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) al 99% de los españoles le molesta tirar comida, mientras que el 89% está muy de acuerdo con que tirar comida en buen estado no es ético, no está bien.

Asimismo, el 75% se siente mal cuando piensa en el dinero gastado en comida que termina tirando y el 76% considera que el desperdicio de alimentos tiene un impacto negativo sobre el medio ambiente.

Uno de los pocos efectos positivos de la pandemia es, según la OCU, que, “durante el confinamiento, se redujo el desperdicio: en los hogares se cocinó el doble que antes, se planificaron más las comidas y las compras y se reutilizaron los restos de comidas con más frecuencia que antes”.

También según la OCU, en los restaurantes cuando nos sobra comida, de cada cuatro encuestados, uno la pide siempre, otro nunca y los otros dos, alguna vez.