Kits contra el calor
Centro de Acogida Mare de Déu del Lledó-Ayuntamiento de Castellón
Con la llegada de las altas temperaturas del verano, las personas sin hogar y en situación de vulnerabilidad en Castellón afrontan cada día el reto de sobrevivir bajo el sol. El Ayuntamiento de Castellón ha realizado a Cáritas una donación de kits de emergencia contra el calor que Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón ha comenzado a distribuir entre quienes más lo necesitan.
Los kits, compuestos por botella térmica para el agua, citronela protector , gorra y gel hidroalcohólico, que fueron entregados al Centro de Acogida Mare de Déu del Lledó por la concejala de Bienestar Social, Maica Hurtado, suponen un alivio puntual para muchas personas que viven en la calle o en condiciones precarias.
Desde Cáritas recordamos que el verano también es una época de gran vulnerabilidad. El calor extremo agrava situaciones ya de por sí difíciles, especialmente para quienes viven en la calle. Cada ola de calor es una amenaza real para su salud, su bienestar y su vida.
El calor extremo: una amenaza silenciosa para las personas sin hogar.
Se considera calor extremo cuando las temperaturas superan los 35 °C de forma prolongada, especialmente en ambientes urbanos donde el “efecto isla de calor” intensifica las sensaciones térmicas. Las noches también dejan de ser un respiro cuando las mínimas no bajan de los 25 °C, lo que dificulta el descanso y la recuperación del cuerpo.
Algunas de las causas de que el calor afecta más a las personas sin hogar y vulnerables son:
1. Exposición constante al sol
Sin un lugar donde refugiarse durante el día, muchas personas pasan horas bajo el sol directo. Las zonas de sombra son escasas, y muchas veces son desplazadas por seguridad o limpieza.
2. Deshidratación
No siempre pueden acceder a fuentes públicas o comprar agua, lo que lleva a un riesgo real de deshidratación, golpes de calor y fallos renales.
3. Problemas de salud previos
Muchas personas en situación de calle tienen enfermedades crónicas, problemas cardiovasculares, renales o de salud mental que empeoran con el calor. Algunas medicaciones, además, aumentan el riesgo de golpe de calor.
4. Falta de ropa adecuada o protección
Sin gorras, ropa transpirable o protector solar, el cuerpo está más expuesto a insolaciones.
5. Dificultades para descansar y dormir
El calor nocturno impide un descanso adecuado. Dormir en la calle sobre superficies duras y calientes o en espacios muy calurosos, incrementa el agotamiento físico y mental.
6. Mayor invisibilidad social
Durante las olas de calor, se intensifica el aislamiento. Mientras muchas personas buscan refugio en casa o en espacios climatizados, quienes no tienen un hogar quedan aún más expuestos y olvidados.
Sensibilizarnos con esta realidad es importante: el calor intenso es peligroso y afecta más a quien menos tiene.