Cáritas Diocesana pone en valor la ecología integral
En la festividad de San Francisco de Asís
En la festividad de San Francisco de Asís, Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón ha puesto en valor la ecología integral, que cada año, del 1 de septiembre al 4 de octubre, la familia cristiana celebra, en oración y acción, para proteger nuestra casa común.
Para ello, trabajadores, voluntarios y personas acompañadas del Centro de Atención Temporal Mare de Déu del Lledó participaron el viernes 4 de octubre en un sencillo acto celebrado en la sede de Cáritas Diocesana, en el que se compartió la lectura de un documento y se rezó una oración.
El documento habla de la ecología integral, del cuidado de la creación, de la vida de San Francisco, de sus enseñanzas y de la oración.
Ecología integral
La ecología integral es un enfoque holístico que reconoce la interconexión de todos los seres y promueve la justicia social y ambiental. Aboga por un desarrollo sostenible que equilibre el crecimiento económico, el cuidado ambiental y el bienestar social. Además, integra una espiritualidad ecológica que respeta y reverencia la vida y la naturaleza, buscando soluciones integrales a los desafíos ambientales.

Monseñor Bernardito Auza, en una de sus muchas intervenciones, enfatiza la importancia de la ecología integral como “la conexión entre el cuidado de la casa común y el cuidado que tenemos entre nosotros, entre la naturaleza y la sociedad que la habita” incidiendo en la dimensión espiritual y teológica, fundamental para una comprensión completa del tema, tal como lo propone el Papa Francisco en su encíclica “Laudato si’”.
Festividad de San Francisco de Asís
Cada año, del 1 de septiembre al 4 de octubre, festividad de San Francisco de Asís, la familia cristiana se une en una celebración global de oración y acción para proteger nuestra casa común.
Es un tiempo especial en el que celebramos a Dios como Creador y reconocemos a la Creación como el acto divino continuo que nos convoca como colaboradores para amar y cuidar el don de todo lo creado. Como seguidores de Cristo, compartimos una llamada común a cuidar de la Creación. Somos co-creaturas y parte de todo lo que Dios ha hecho. Nuestro bienestar está entrelazado con el bienestar de la Tierra.

En medio de la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, como personas de fe, estamos llamados a levantar la esperanza que inspira nuestra fe, la esperanza de la resurrección. No se trata de una esperanza sin acción, sino de una esperanza encarnada en acciones concretas de oración y predicación, servicio y solidaridad.

Al terminar la lectura de este documento, en torno a unas imágenes expuestas en la pared, cada persona compartió a modo de ofrenda el dibujo o la naturaleza que había elegido.
Mientras se realizaba este gesto, se pudieron escuchar sonidos de la naturaleza como el del agua, de pájaros o risas de personas.




