Tercer domingo de Cuaresma
Tú tienes mucho que ver
En este nuevo domingo de Cuaresma donde ya vamos entrenando nuestro corazón al perdón y la misericordia de Dios, de nuevo el Señor nos sale al encuentro y nos hace preguntarnos acerca de nuestra vida, de nosotros mismos, para ver si nuestras actitudes obedecen más al proyecto de Dios para cada uno de nosotros o brotan de nuestro orgullo y egoísmo personal. El Señor nos interpela para que seamos capaces de vislumbrar en la cruz, en la pasión, toda la Vida que va a derramar por todo ser humano.
Estamos llamados a mirar el mundo y a nosotros mismos como Dios los ve, y tratar de que esa mirada sea desde el mismo corazón de Dios. Una mirada así, abierta, atenta, encarnada nos mueve, nos conmueve y nos remueve. Es el momento de dejar que todo eso que surge lo afrontemos con valentía y verdad.
«Lo débil de Dios es más fuerte que los hombres»
