2º domingo de Adviento y día de Cáritas
Hagamos de lo ordinario un tiempo extraordinario

Nos disponemos con el corazón y la mente para esperar a Aquel que llega, llega siempre. Nuestro ser entero se despliega para abrazar la novedad que trae y nos trae, y con ello la esperanza por la promesa realizada brota dentro, muy dentro. Una esperanza que nos hace mirar al horizonte de la nueva era que se aproxima, una etapa en el que se comienza a instaurar aquel proyuecto original de Dios de convivencia armoniosa, fraterna, sororal entre todos los seres humanos.
Solo una actitud es necesaria: la conversión, volvernos a Dios y re-orientar la senda de nuestra vida, nuestros valores, cambiar nuestra mentalidad y con ello nuestras opciones.
Hoy encendemos la segunda vela de la corona de Adviento, la vela verde. Ella dentro de la celebración litúrgica nos remite al tiempo ordinario, a lo cotidiano, a lo de todos los días. Con ella le pedimos al Señor que sepamos descubrir sus pasos silencioosos en las tareas de cada día, las relaciones cotidianas, para que aprendamos a hacer de lo ordinario un tiempo extraordinario.
Hoy es también primer domingo de mes, día de Cáritas. Seamos generosos con la colecta, que va destinada integramente a los favoritos de Jesús.



