Vigilia Pascual; ¡¡un sí a la vida!!
Hoy más que nunca necesitamos decir sí a la vida. Estos últimos meses, tantos momentos de escuchar el número de vidas que se han marchado, que se han perdido por diferentes causas, lleva al creyente que vive con fe la experiencia del resucitado a gritar que la vida está viva. Decir sí a la vida es querer la vida de Jesús que nos invita a ir a Galilea y recorrer su propio camino. Es asumir que nuestro destino es la entrega al otro, servir al que sufre, reanimar al abatido. Decir sí a la vida es vivir agradecido por cada don, por cada persona que nos enseña que practicar la misericordia es inyectar rayos de luz a la vida. El Señor no está aquí. Ha resucitado. ¡Exulta de gozo!